viernes, 15 de diciembre de 2017

CONFERENCIA 1: HORACIO QUIROGA

PRIMER ENCUENTRO VIERNES 16 DE DICIEMBRE 2017 








HORACIO QUIROGA: EL DEFENSOR DE TODAS LAS CRIATURAS


El viernes 15 de diciembre en un aula del edificio Lipsus de la Universidad de Leiden se realizó el primer encuentro del proyecto “Conspiración Literaria”, ideado y organizado por Blanca Cano González y Mónica Lema, ambas miembros directivos de la sección de español de Levende Talen. Este proyecto es posible gracias a la invalorable colaboración del profesor Gabriel Inzaurralde, catedrático del departamento de LAS (Latin American Studies) de la Universidad de Leiden, y quien dirigirá cada charla; y al auspicio de la Consejería Nacional de Educación de España. El proyecto consiste en 10 encuentros de tres horas en los que se hablará y debatirá sobre literatura latinoamericana, y está destinado a profesores de español residentes en los Países Bajos. Durante el primer encuentro, el profesor Inzaurralde nos habló sobre Horacio Quiroga (1878-1937), escritor uruguayo considerado el maestro del cuento breve latinoamericano.

Tratamos

• La relación de Horacio Quiroga con la modernidad
• La relación de Horacio Quiroga con la selva
• La relación de Horacio Quiroga con el cine

Quiroga fue uno de los primeros escritores latinoamericanos que intenta vivir de la literatura. A diferencia de otros escritores tradicionales de aquella época, provenientes de familias adineradas que podían cómodamente dedicarse a escribir, Quiroga escribe para ganar dinero publicando en semanarios y periódicos destinados a un público más masivo. Este tipo de publicaciones promovió un estilo de escritura breve y compacta. Sus relatos más famosos son sus cuentos que hablan de animales de la selva. Muchos de estos cuentos son para niños y, sin embargo, están colmados de relatos desgarradores y de horror. Un ejemplo de este tipo de cuento es “El almohadón de plumas”. La vida personal de Quiroga fue bastante particular. Vivió amores pasionales con mujeres considerablemente más jóvenes que él y su vida estuvo circundada por la muerte: el suicidio de su primera mujer, la muerte accidental de su mejor amigo, Federico Ferrando, que murió cuando se disparó un arma que el mismo Quiroga le estaba ayudando a preparar y, finalmente, su propio suicidio. Vivió muchos años en plena selva con su primera mujer y sus hijos, llevando una vida muy austera. Este fue, sin duda, un período clave en su vida y en su obra. Su obra primera puede considerarse “modernista” ya que seguía la estética de exaltación de la belleza, la idealización, el escape a la fantasía, el lujo y lo exótico, características también de la obra de Rubén Darío. Después Quiroga fue apartándose de esta corriente y su literatura se volvió más naturalista, realista, con la idea de querer captar la realidad de una manera más concreta y profunda, apegada a temas telúricos y latinoamericanos. Es un autor que, sin dudas, vale la pena estudiar y conocer ya nos propone reflexionar sobre ciertos aspectos de nuestra modernidad y sobre el sentido de la vida.

Quiroga y la modernidad

La relación que tuvo Quiroga con la modernidad fue ambigua. Por un lado, es moderno en su amor a la sensibilidad modernista que evoca una nueva idea de la belleza; también lo es en su pasión por la mecánica y la ciencia. Sin embargo, se muestra crítico hacia el carácter instrumental que va adquiriendo la vida común: todo es en base a un resultado. Quiroga se interesa más por el proceso para alcanzar un fin que por el fin mismo. Su obra se relaciona con la modernidad porque: • gestiona los miedos de la sociedad moderna. • los miedos urbanos viven una catarsis. • Sus historias de horror tienen un aire fatalista. • La naturaleza aparece como un retorno de lo reprimido en forma de monstruo o de espectro. • La ciencia puede terminar en destrucción. (“El hombre artificial”) • Los miedos de la modernidad tienen que ver con la ciudad: la masa, el extranjero, el criminal, la herencia genética. En su cuento “El salvaje”, aparece un personaje que desea romper con la ciudad, con el servilismo de la civilización, con las vidas humilladas de los dependientes, romper con la burocracia moderna y pensar que el verdadero valor de un hombre se mide en su lucha contra el peligro, contra la muerte. En la ciudad no es posible acceder a ese valor. Este personaje tiene muchas similitudes con Quiroga mismo. Quiroga cree que en la ciudad somos todos engranajes y que ya no somos capaces de tener una personalidad distintiva, una historia propia. Esta haya sido tal vez una de las razones por las cuales se fue a vivir a la selva. Algunos de los cuentos que tratamos durante la charla y en los que se gestionan los miedos modernos, el aire fatalista, la relación con la masa ciudadana que se transforma en rebaños serviles, son “El almohadón de pluma”, “La gallina degollada” y “La miel silvestre”.

Quiroga y la selva:

Quiroga descubrió en la selva algo especial: la capacidad de sustraerse a la ciudad y en cierto modo, a la modernidad. Buscaba allí la verdadera experiencia, la que se tiene cuando se presenta un peligro real, el peligro de la muerte. También buscaba una autonomía artística, una experiencia realmente propia y la posibilidad de fundar, él mismo, otro modo de vida más justo, más esforzado, más libre, diferente al prefabricado que ofrecía la urbe. En la selva también encontró un modo de legitimar su escritura, escribiendo a partir de una experiencia auténtica. Para él experiencia y escritura estaban ligadas. En sus relatos sobre la selva Quiroga humaniza a los animales y animaliza a los seres humanos; quiere captar ese verde infinito propio del lugar, esa abundancia de vida y de fuerza vital. Un ejemplo de este tipo de relatos es “La tortuga gigante”, que trata sobre la posible alianza entre el animal y el ser humano. En este cuento se revive la estrategia del narrador arcaico, que transmitía sus relatos oralmente. Hace aparecer a las criaturas y las muestra en su lucha y en su gratuidad. Las defiende, las narra, rescata su irrepetible singularidad. Ofrece también un tipo de consuelo en la posibilidad de una alianza entre el hombre y la naturaleza para vencer o burlar el mito, los dioses o el destino.

Quiroga y el cine

Quiroga fue un apasionado del cine. Fue el primer gran crítico de cine de América del Sur. Intentó construir una teoría del cine y escribió bajo el impacto de las técnicas cinematográficas de la época. Hay muchos de sus cuentos inspirados por esta pasión: Miss Dorothy Phillips, mi esposa; El vampiro; El puritano; El espectro. Este último utiliza el mismo efecto usado por Woddy Allen en su película “La rosa púrpura del Cairo” , en la que un personaje mira a una de las espectadoras y termina saliéndose de la pantalla para reunirse con ella. En los relatos de Quiroga predominan ampliamente los colores blanco y negro, mucho más que en otros escritores de su época. Este predominio también está relacionado con la cinematografía de la época. Otra característica de los cuentos de Quiroga en relación al cine, es la descripción de las escenas, tan visuales casi como tomas cinematográficas. Esto se ve claramente en el cuento “La gallina degollada” cuando describe la escena del final. Los hijos discapacitados de la familia del cuento se mueven precisamente como los teóricos de la masa decían que se movían: de modo irracional, por imitación y en base a percepciones muy simples: en este caso el color rojo. Actúan mancomunadamente. El miedo de la época, Quiroga lo está usando aquí al presentar cuatro hijos con la misma herencia, creando así una micro-masa. Este fenómeno de la actuación por imitación de las masas también está presente en otros cuentos, como en el de Juan Darién y el de La miel silvestre.


Fernanda Martino
estudiante Latin American Studies
Resumen de la conferencia de Gabriel Inzaurralde
(2018- Universidad de Leiden)

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